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La educación inclusiva, una asignatura pendiente

La educación inclusiva, una asignatura pendiente

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"Formación para el profesorado en materia de educación inclusiva", "más trabajo colaborativo y menos posesiones (mi clase, mi niño...)" o "menos adaptaciones curriculares y más diseño universal" fueron algunas de las frases más repetidas de una manera o de otra en las II Jornadas de Educación Inclusiva que organizó ayer la Federación con el apoyo de Laboral Kutxa.


Cuatro ponencias, dos mesas de experiencias y 29 ponentes, resumen en datos una jornada que reunió a 160 asistentes de 20 organizaciones (colegios públicos, centros de educación especial, administraciones públicas, otras asociaciones...).


Las ponencias marcaron la parte más teórica de la jornada con el fin de contextualizar la educación inclusiva en el ámbito internacional, nacional y región. El marco general corrió a cargo de Javier García Medina, del Observatorio de Derechos de la Universidad de Valladolid quién destacó la importancia (y lectura obligada) de la Convención de la ONU de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y del Comité donde está todo descrito. "Para que haya educación inclusiva hay que variar todo, educación inclusva no significa tener a un niño en un aula ordinaria". Una puesta en práctica de este trabajo se concretó con la experiencia de "Con los derechos sí se juego" del Colegio Puentesauco de Fundación Aspanias.


En esta línea, Eguzkiñe Etxabe y MiKel Sánchez, dColegio de Puentesauco de Aspanias Burgos que contaron su trabajo de "Coe APNABI (Plena inclusión Euskadi), aportaron la experiencia vital a las palabras de la anterior ponencia. Mikel relató cómo había sido su experiencia a lo largo de su etapa escolar y explicó cómo le gustan a él los profesores y con quién aprende más. "Es importante generar convivencias con profesionales, alumnos, familias... para entender qué necesita realmente el alumno".


En un marco autonómico, Mª Antonia Blanco presentó el II Plan de atención a la diversidad de Castilla y León que marca las líneas de las políticas educativas de la región. Y finalmente, Alba Cortina, de Escuela Jeroni de Moragas, AMPANS, explicó el apoyo conductual positivo aplicado a la escuela con el fin de crear modelo preventivos para que la evolución y desarrollo del aula sea enriquecedor para todos. "Hay un montón de literatura científica que nos dan pautas de trabajo, no podemos seguir trabajando con intuiciones personales ni por costumbre", añadió.


Por su parte, las mesas de experiencias marcaron la parte más práctica y emocionante de la jornada. Relatos de inclusión con mayúsculas que revelan la riqueza del trabajo en comunidad para niños con y sin discapacidad. Pueblos abandonados fue presentado dos alumnas del colegio El Pino de Fundación Personas quienes relataron lo que supone recuperar un pueblo abandonado con otros jóvenes de su edad. Yo participo de El Arca de Asprodes, une autodeterminación e inclusión educativa con un óptimo balance de trabajo en la comunidad. Los colegios Margarita Salas y El Camino de Aspace Salamanca relataron cómo viven ellos el día de visita de otros centros, el primero de ellos es de educación ordinaria y recibe visita regulares de niños de un cole de educación especial donde el balance es de inclusión total tal y como se vio en un video que proyectaron; por su parte el centro de educación especial de Aspace abre sus puertas al cole de su localidad y la experiencia superpositiva. Finalmente, el centro San Juan de Dios presentó el Sendero Verde como ejemplo de inclusión con el valor añadido de mostrar sus capacidades como guías de la naturaleza y anfitriones del centro.


Finalmente, la tarde finalizó con la mesa de experiencias de La familia, aliada en la inclusión que fue un claro llamamiento a la tolerancia y apoyo a la diversidad. Diferentes representantes de organizaciones pusieron de manifiesto la falta de conocimiento y sensibilidad a lo diferente. Manuel Avila, ex inspector de educación de la Comunidad Valenciana, arrancó los aplausos del público, a poner de manifiesto la falta de flexibilidad del modelo educativo que permite que alguien esté 11 años haciendo una carrera y no permite a un joven de 21 años con necesidades especiales continuar cursando la formación profesional. En esta línea de petición de flexibilidad y participación activa de la familia se posicionaron Miguel de la Fuente, de Altas Capacidades, Teresa Gabarre, de Secretariado Gitano, Javier Alvarez de familias adoptantes y José Luis Casado de Dialosex quieres bajo paraguas distintos abogaban por modelos educativos colaborativos donde la familia es vital para trasladar las singularidades y características del niño, al mismo tiempo, pidieron a la comunidad docente mayor formación ante la diversidad e implantar modelo de trabajo basados en la tolerancia e igualdad.