200 personas debaten sobre las alteraciones de conducta
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La Federación organizó las segundas jornadas sobre discapacidad intelectual y salud mental. El tema de estas jornadas era las alteraciones de la conducta. A estas jornadas fueron 200 personas. Estas jornadas contaron con expertos en varios temas: - Epilepsia - Funcionamiento intelectual límite - modelos de apoyo positivo Además, la Federación presentó los resultados del estudio que ha hecho con la Universidad de Valladolid. El estudio se llama Alteraciones de la salud mental en la discapacidad intelectual". Por la tarde hubo 4 talleres prácticos.
200 personas se reunieron ayer en Valladolid para avanzar en la comprensión de las alteraciones de conducta en personas con discapacidad intelectual en las II Jornadas de discapacidad intelectual y salud mental de Plena inclusión Castilla y León. Unas jornadas que contaron en su inauguración con la presencia del director general de Atención a Personas Mayores, Personas con Discapacidad y Dependencia, Pablo Rodríguez Hoyos, el presidente de la Federación, Juan Pablo Torres Andrés, y el decano de la Facultad de Educación y Trabajo Social, Carlos Moriyón Mojica. Pablo Rodríguez señaló en su intervención “la necesidad de apostar por un modelo de atención centrado en la persona que debe regir todas nuestras actuaciones”. Juan Pablo Torres destacó que las alteraciones de la conducta, “afectan a un 30% de las personas con discapacidad intelectual que necesitan una respuesta para mejorar su calidad de vida” y también señaló que con esta jornada la Federación pretendía “dar respuestas a las necesidades de cada persona a largo plazo y de una forma sostenible”. Por su parte, Carlos Moriyón destacó la necesaria colaboración entre el ámbito educativo y las asociaciones y administraciones para conseguir “la plena inclusión”.
A continuación, Carlos Peña, neurólogo y psiquiatra del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, abrió las jornadas con la ponencia “Epilepsia en personas con discapacidad intelectual. Relación de trastornos mentales, la discapacidad intelectual y la epilepsia” quien estableció que la epilepsia es una patología más prevalente en las personas con discapacidad intelectual y, a su vez, estas tienen más probabilidad de tener grandes alteraciones de conducta, por lo que su calidad de vida se ve disminuida.
La jornada continuó con la mesa “Funcionamiento intelectual límite. Abordaje” que abrió David Escudero, de la asociación Funprodami, quien subrayó la necesidad de mejorar procesos de detección y de favorecer la intervención temprana entre las personas con funcionamiento intelectual límite. Después, Rosa Rubio, de la asociación Ortzadar, recalcó que “lo que no se ve no existe” en referencia a las personas con funcionamiento intelectual límite e hizo una apuesta por visibilizar a las mujeres, ya que son las grandes olvidadas porque son menos detectadas y tienen más tendencia a desarrollar enfermedad mental. Por último, Carlos Salgado, docente en la Universidad de Valladolid destacó la “necesidad de contribuir en una nueva forma de hacer en la atención de las personas a través del contextualismo funcional”.
Después de un pequeño descanso, se presentaron los resultados y las conclusiones del estudio realizado por la Federación y la Universidad de Valladolid “Alteraciones de la salud mental en la discapacidad intelectual”, que próximamente estará disponible para su consulta en la página web de la Federación. Raquel Morentin, responsable de innovación y calidad de la Federación, comenzó la exposición explicando la situación de partida y la metodología utilizada en el estudio. Destacó que se estima que un 12% de la población adulta con discapacidad intelectual de Castilla y León tienen enfermedad mental diagnosticada, un 19% tienen alteraciones graves de la conducta y un 32% consumen psicofármacos como tratamiento psiquiátrico. A continuación, Jairo Rodríguez, investigador de la Universidad de Valladolid, explicó los resultados y conclusiones del estudio de prevalencia, donde destacó que las personas que cumplen alguno de los tres criterios son aquellas con más necesidades de apoyo, ya sea por edad, grado de discapacidad o por la modificación de la capacidad jurídica. Carla redondo, responsable de coordinación sociosanitaria de la Federación, cerró la mesa con la explicación de los resultados de las necesidades de los cuatro grupos entrevistados: profesionales, profesionales de referencia, familias y personas con discapacidad, donde destacan una mayor formación específica en discapacidad intelectual y más medidas que contribuyan a la mejora de calidad de vida de las personas.
La mañana terminó con la ponencia “Modelos de apoyo positivo (apoyo conductual positivo, apoyo activo y comunicación)" a cargo de Laura Garrido, directora técnica de personas de Apadis, quien animó a “caminar para conseguir que las vidas de las personas tengan los mismos criterios que las del resto para que sientan que tienen una vida con sentido”.
Por la tarde, la jornada continuó con cuatro talleres prácticos simultáneos a cargo de algunos de los ponentes de la jornada: epilepsia, funcionamiento intelectual límite, abordaje de conductas desafiantes en menores y reducción de restricciones en personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo. Los asistentes pudieron trabajar sobre casos prácticos y resolver dudas del día a día de su trabajo.