
Plena inclusión presenta un documento de propuestas para la desescalada
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Plena inclusión organizó esta mañana un nuevo seminario. El tema de este seminario es la desescalada. La desescalada es la fase de preparación para volver a la normalidad después de la crisis del coronavirus. En esta fase de desescalada, Plena inclusión presentó medidas para una desescalada segura en los centros que atienden a personas con discapacidad. En este seminario participó Juan Pablo Torres. Juan Pablo Torres es presidente de Plena inclusión Castilla y León y también es médico. Juan Pablo Torres dijo que es muy importante lavarse las manos y que las medidas para prevenir el virus estén en lectura fácil.
Esta mañana, Plena inclusión presentó en un seminario online una batería de medidas para la desescalada con las que garantizar un retorno seguro a la nueva normalidad en los 4.000 centros y servicios de atención a la discapacidad intelectual en toda España, en Castilla y León, afecta a medio millar de centros y servicios. El documento que contiene estas propuestas ha sido compartido previamente con la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Sanidad, el de Educación, el de Inclusión y el de Trabajo; así con el movimiento CERMI. Esta serie de recomendaciones pensadas para afrontar la nueva normalidad han sido diseñadas por un grupo de veinte personas expertas en servicios sociales, salud pública y seguridad laboral. “Esta guía se estructura en tres grandes líneas desescalada segura, planes de contingencia y plan de tránsito”, destacó Berta González, técnica de Plena inclusión que explico brevemente el documento “Propuestas para la desescalada ante la crisis del COVID-19. “Además, para nosotros es muy importante el plan de transición o repensar el mañana en el que es clave seguir trabajando para transformación de los sistemas de apoyo y los modelos de centros y servicios”.
En el primer panel Preparación para la desescalada, entre los expertos ha participado Juan Pablo Torres, presidente de Plena inclusión Castilla y León quién ha destacado la importancia de las medidas de prevención en los centros y servicios y cómo llevarlos a cabo. “Es necesario ser rigurosos con estas medidas y que sean accesibles para todos; la lectura fácil y la utilización de iconos e imágenes inequívocas son vitales”, ha destacado. En este ámbito es necesario hacer pedagogía para que todo el mundo siga los procesos y las medidas de prevención con un rigor absoluto (buena desinfección, correcto lavado de manos, puesta de mascarilla o guantes correctamente…). La desescalada desde el ámbito sanitario y de desinfección ha sido realiza por expertos del Instituto Carlos III y la UME respectivamente. Y Por su parte el apoyo emocional, personal y familiar fue explicado por Ana Carratalá, presidenta de Comité de ética de Plena inclusión.
El segundo panel ha sido más práctico con el relato de experiencias de entidades Cantabria, Aragón, País Vasco y Castilla y León. Desde Castilla y León la aportación ha sido realizada por Asprodes con un planteamiento de desescalada centrada en servicios más personalizados como es el asistente personal, los apoyos comunitarios, con barrios más inclusivos… También ha destacado la importancia de pensar y repensar “en la importancia de los cuidadores y personas de atención directa que en esta etapa de pandemia han sido vitales y no debemos olvidarlo”, destacó Emilio Miñambres, responsables de calidad y desarrollo organizativo.
La desescalada a nivel nacional
Plena inclusión ha tomado esta iniciativa con el fin de garantizar que la vuelta a la labor de atención a más de 140.000 personas con discapacidad intelectual y sus familias se haga en las mejores condiciones posibles. Para conseguirlo, su presidente, Santiago López, exige a las comunidades autónomas, que son las administraciones competentes en servicios sociales, “un compromiso inequívoco con el sostenimiento económico de una labor imprescindible que realizan 40.000 profesionales y que afecta a la vida de 273.000 familias”.
Plena inclusión estima que financiar estas medidas necesarias en sus centros rondaría un coste de 300 millones de euros. Asimismo, la organización de referencia en el mundo de la discapacidad intelectual propone que en todas las comunidades autónomas se creen comisiones de seguimiento del proceso de desescalada en las participen las organizaciones sociales.Desde las 935 asociaciones de Plena inclusión, la red más extensa del país que se dedica a la atención de la discapacidad, se proponen soluciones para paliar el grave efecto que la crisis social, laboral y sanitaria del COVID19 y el confinamiento has generado en el colectivo de las personas con discapacidad intelectual, y del desarrollo (autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down). Solo en el terreno de vidas humanas, en los 1.016 centros residenciales de la organización han fallecido a causa de la pandemia más de 170 personas y otras 8.000 están contagiadas de coronavirus.
El documento elaborado por Plena inclusión señala tres momentos en el proceso de retorno:
- Desescalada segura.
- Planes de contingencia ante posibles nuevos brotes de la pandemia.
- Tránsito a una nueva normalidad que implica un rediseño de los servicios sociales.
Entre las numerosas propuestas que Plena inclusión recoge en el documento ‘Propuestas para la desescalada del COVID19’ destacan:
- Acondicionamiento de locales y edificios a las nuevas circunstancias.
- Aumento de personal de apoyo y atención a las personas con discapacidad.
- Dotación de equipos de protección y tests rápidos.
- Ayudas a la reactivación de Centros Especiales de Empleo, centros educativos, servicios de apoyo diurno y dispositivos residenciales (pisos tutelados y residencias).
- Inversión en tecnología e incremento de los servicios de apoyo en comunidad.
- Readaptación de grandes centros residenciales a servicios más reducidos e inclusivos.